Marcia Becerril, 68 años: Como el glicinato de magnesio cambió mi vida.
- Marcia Becerril Mondragón
- 25 jun 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 28 oct 2024
Desde hace tiempo, el sueño se volvió un problema grande en mi vida. A veces me tardaba horas en quedarme dormida, y cuando por fin lo lograba, me despertaba a cada rato. Esto me tenía mal, porque al día siguiente andaba cansada, de malas y sin ganas de hacer nada. Aparte, vivía con un nivel de estrés que parecía que nunca se iba, y también con dolores en los hombros y la espalda, sobre todo después de días largos.
Probé de todo: tés, remedios caseros, muchos suplementos o remedios naturales, pero nada me ayudaba como yo quería. Un día, una amiga me regaló un frasco de glicinato de magnesio. La verdad, no le tenía mucha fe, ya había probado tantas cosas. Pero dije, bueno, no pierdo nada con intentarlo, ya que quería probar de todo antes de medicarme.
La sorpresa me llegó casi al principio. En los primeros días ya estaba durmiendo un poquito mejor, y al cabo de una semana, noté que mi sueño era mucho más profundo. Ya no me despertaba a cada rato, y hasta dormía como siete u ocho horas sin interrupciones.
Las mañanas ya no eran una pesadilla, no me despertaba con esa sensación de cansancio eterno o mal humor. Al contrario, me sentía con energía y motivada
Y lo mejor de todo, esos dolores que tenía en la espalda y los hombros empezaron a desaparecer. No sé cómo explicarlo, pero sentí que con el glicinato de magnesio estaba más relajada. No solo en el cuerpo, también mentalmente. El estrés bajó, y mis días han cambiado por completo.
Ahora, no dejo el glicinato de magnesio. Siento que me devolvió las ganas de hacer mis cosas sin el cansancio de antes. Si alguien anda con problemas parecidos, de verdad les digo, prueben el glicinato de magnesio. No se pierde nada y no estaría exagerando si dijera que me cambió la vida.

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